domingo, 25 de enero de 2015

El día que casi conocí a un etarra

Hablo de sucesos
Fuimos a una discoteca de La Habana, a ver a un cantante cubano bastante popular. Cuba es un país peculiar. Jamás había oído vitorear una discoteca entera cuando el cantante grito “Donde están los cuentapropistas!!” (Cuentapropista es el nombre que se da en cuba a los autónomos que trabajan por su cuenta).

Estoy en la barra para pedir un ron, y se pone a mi lado un tipo alto con barba. Intenta pedirle al camarero una cerveza, y en seguida detecto el inconfundible acento vasco. Le saludo y hablamos un poco sobre lo difícil de ser extranjero en Cuba. Me dice que el ya lleva tiempo aquí, y que si, que cuesta acostumbrarse. No hace falta que lo diga, se le ve desenvuelto para pedir la cerveza sin que le timen. La conversación dura poco, como última pregunta me dice que cuento llevo en Cuba y si es mi primera vez. Le digo que sí, que no llevo más de 10 días. Me sonríe con comprensión. Yo le pregunto cuento lleva él, y acercándoseme al oído para que le escuche sobre la música me dice “30 años… terrorismo”  acto seguido lo pierdo de vista mientras se adentra entre la gente.

2 comentarios:

  1. Aunque fuera mentira, es una gran historia para contar entre cervezas, incluso es una buena historia para contar diciendo que un amigo...

    Presentación de personajes, giro de la trama, final abierto y enigmático, sí, tiene las características.

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  2. :) si, la tengo en mi lista de anécdotas para nietos.

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