30,5 HORAS

Después de 11 horas de vuelo transoceánico de Madrid a Cancún, 14 horas de autobús desde Cancún a Palenque y otras 5,5 horas de autobús, llegamos a San Cristóbal de las Casas, o Sancris, como la llaman aquí. Es una ciudad hiper auténtica, tiene infinidad de posibilidades perroflautísticas, y la presencia de los zapatistas es omnipresente. Parece bastante rica y tiene de todo, para mi gusto demasiado, y demasiados giris. Por tener de todo, también tiene niñitos que te venden pulseras descalzos y lloviendo; pertenecen a los pueblos indígenas de los alrededores que vienen a la ciudad para vender y poner pancartas de abusos hacia sus poblados. Aún falta mucho por conocer de esta ciudad, son primeras impresiones, veremos a ver donde acabamos, porque todavía llevamos la maleta a cuestas sin casa (tengo que sacar ya a Dantito que respire!). Posibilidades de vivienda:
-Tener un papá loco catalán.
-Una casa sin frigorífico y sin cocina.
-Una asociación muy molona con normas y habitaciones compartidas sin intimidad. 20 personas compartiendo un mismo frigorífico.
-Casa compartida hippie con habitación propia. 12 personas compartiendo un mismo frigorífico.
Hagan sus apuestas!! mañana creo que veremos dos más.

Qué genial que se haya venido Sergio conmigo desde el principio (aunque ya me hable con seseos 'imitando' a los mexicanos..) si no, hubiera perdido el vuelo (como se explicó en anteriores capítulos), no habría podido sacar la maleta de los autobuses por el peso, me hubieran tangao con las tarifas de móviles de aquí, y lo peor, se me hubieran hecho muyyyyy largas esas 30,5 horas.