A los que no hemos pasado una guerra nos queda rebelarnos contra estupideces.
En este caso, y sin extender el relato, unos amigos y yo hemos acabado teniendo una cita ineludible el día de San Valentin para cenar. las reglas son claras, no se puede ir con la novia, se cena en el sitio mas anti romántico del mundo (por ahora el burguer king), y si algún año alguien falta pagara las cenas con carácter retroactivo.
Y da un poco igual que estés a 10.000 km. Los pactos entre caballeros se cumplen.
"A los que no hemos pasado una guerra nos queda rebelarnos contra estupideces."
ResponderEliminarComo por ejemplo, ese comentario. ¡Chas!
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