¡¡¡VERÁS MANITO CHULO CUÁNTA CHICATANA SALIÓ HOY!!!

Muchos conocéis mi debilidad por observar/coleccionar los insectos y en concreto las hormigas. Pues bien, he descubierto hace poco la existencia de unas hormigas gigantes de aquí de México, son del género Atta, y las llaman Chicatanas o Nukú. Realizan su vuelo nupcial entre mayo y junio con las primeras lluvias del país.

Para los que no sepan que significa este 'vuelo nupcial' que comento se debe a que las futuras reinas (las hembras) y los machos salen todas a la vez portando alas y copulan en un sólo día. Los machos mueren en ese mismo día y las hembras que sobreviven se quitan las alas y fundan una colonia haciendo un hormiguero. Seguro que todos habéis visto en días concretos allí en España que se llena todo de hormigas con alas, pues estas son las reinas y machos que os digo.

Sigo. Me llamaron la atención estas hormigas Chicatanas por varios motivos:

1. Son muy grandes, en comparación con las de España. Os adjunto una foto de los tamaños según las castas de la colonia (si son obreras, soldado, cuidadoras de huevos, reinas,... todas tienen distinto tamaño en una misma familia). La reina es la más grande, evidentemente, la que tiene un abdomen muy grande (la que tiene un culo bien grande).

2. Son muy codiciadas por estas tierras y se venden muy caras. Sólo salen una vez al año y se venden por 300-400 pesos el kilo (unos 18-24 euros), lo que supone un aporte económico muy importante para las comunidades indígenas sobre todo.









Y 3. Son tan codiciadas y se venden tan caras porque aquí son un exquisito manjar. Se comen sólo las reinas fritas o en salsa, algunos se las comen enteras y otros sólo la parte del abdomen. Tienen una técnica de recolección muy fascinante y te puedes encontrar historias tan grandiosas como esta:

"Eran pasaditas de las seis de la mañana, cuando una apuranza me hizo ir al baño y como está situado afuera de la casa, al entrar alcancé a escuchar murmullos en la calle de abajo de personas que se entretenían en algo. Mi sobrino, gritaba ¡¡¡Tía!!! ¡¡¡Venga verá cuánta chicatana está saliendo!!! Y allá va ella, con carretadas de ánimo y dos bolsas de plástico negras, pa´ meter sus arrieras voladoras después de la captura. Ella no sabía, claro, -ni yo- que para atraparlas lo que se debe llevar es una cubeta o tina con agua, misma que se coloca abajo del poste de luz donde ellas sobrevuelan por montones y dicen -no me vayas a creer manito chulo- que ahí, solas caen. Mientras mi mujer se iba a la captura, yo me disponía a dormir otra vez satisfecho, ya más liviano mi cuerpo y por montones las chicatanas. Ora que tuve la curia de mirar como salen del hoyo las arrieras, me quedé medio pasguato pensando pa´ mis adentros y, dije yo así “...esos bichos nomás salen a morir” ¿O no? ¡Pero que sabroso manjar que como aquí en Huatulco en toda la costa hasta Pinotepa Nacional, la moda de junio es comer salsa de chicatana! Las arrieras voladoras pues."


Ahora ya solo queda esperar que llegue mayo-junio para disfrutar de semejante espectáculo, y la pregunta a la que deberemos responder será: