Estamos bajos de moral. Parecía que la guerra
iba bien, pero hoy ha sido un día duro. Un chinche cabrón se ha infiltrado en
mis vaqueros y a medio día me ha empezado a picar las picaduras. Me he quitado los
pantalones y tenía un camino perfecto de picaduras que ascendía por mi pierna
izquierda, bordeaba mi entrepierna y bajaba por la derecha. Un trabajo fino y
silencioso. Ni rastro del zapador. He tenido que poner la ropa a lavar y
ducharme, pero ya era tarde. Se nos están riendo en nuestra cara. Esta noche
pasada también sufrí picotazos en la parte trasera de la rodilla, en mi propia
cama!! No sé cómo se ha colado, Saray dice que la manta estuvo tocando el suelo
parte de la noche.
En fin que nos han golpeado duro la moral. Voy
todo picado otra vez, Saray también ha sufrido picaduras en el cuello esta
tarde, ni siquiera estaba en la habitación, puede que también tenga alguno en
la ropa. Sin indetectables, son sigilosos,
extienden sus dominios, y atacan cuando menos nos los esperamos. Nos están
mermando la moral. No sabemos cómo darle un giro a esto.
Una amiga tuvo en su casa de la huerta, o era pulgas no sé. Las mataron con unas bombas de veneno que eran ilegales. Pero en Méjico todo eso va diferente, no?
ResponderEliminar