jueves, 24 de julio de 2014

LAS CHINCHE WARS. CAPITULO 2. ESTRATEGIAS DE LUCHA

Con semejante panorama uno podría pensar. Estamos jodidos. Total la casa es rentada, busquemos otra, quememos la ropa y empecemos de nuevo.
Eso está muy bien para cobardes, pero uno tiene su orgullo, y no hemos llegado a la cúspide de la cadena alimenticia para ahora claudicar ante un insecto.

El conocimiento es poder. El conocimiento es poder. El conocimiento es poder.
Qué hacemos?

La opción cómoda es acudir a un profesional. Control de plagas, arroje napalm en toda el área. Haga que esos pinches charlies salgan de la selva ardiendo. Muy glamurosa pero un hombre de verdad resuelve el mismo sus peleas.

Después de leer intuyo que el ataque directo no es una buena opción. Fumigarlos con insecticida no ha funcionado. Remover toda la habitación buscando nidos no ha funcionado. Despertarme a mitad de noche cuando sentía picor no ha funcionado. Ni siquiera ignorarlos ha funcionado.

Ok, tercera opción, guerra defensiva. Más bien se trata de una combinación de defensa pasiva y merma lenta de sus efectivos. Y se basa en 2 de sus puntos débiles. No pueden escalar superficies pegajosas o muy lisas. Y se ven atraídos por fuentes de calor y CO2.

La implementación de la táctica empieza hoy, y consiste en:
- Captura de un espécimen adulto vivo para someterlo a experimentación de que superficies puede escalar y cuáles no.
- Construcción de mecanismos de barrera para la cama. Recomiendan poner cinta adhesiva de doble cara alrededor de las 4 patas, para que se queden pegados. Y evitar que la cama o sabanas toquen ninguna pared o el suelo. Rezar porque no haya nidos en la propia cama.
Si no funciona comprar metros de plástico y crear una bolsa gigante para la cama, de forma que duermas aislado de la cama y del suelo.
Si no funciona entregar la cama y bajarte a dormir al salón.
- Construcción de mecanismos de captura y eliminación de unidades enemigas. Aquí está el buque insignia de la guerra. La trampa de CO2. Una botella llena de agua tibia+levadura+azúcar, que va generando CO2. El cual sale por una pajita y va a un vaso. Dicho baso tiene unas telas que hacen de puente entre el suelo y el vaso para que los chinches trepen y caigan dentro del vaso. El vaso se puede untar con polvos de talco para que el engendro no escape. Luego solo queda elegir el método de darles muerte: MUHAHAHAHAHAHA.
Algunas perfecciones de la trampa añaden una manta eléctrica cercana como foco de calor. Es diabólicamente perfecto. Pero aquí no tenemos eso.


Bueno dejo de escribir ya y me pongo a construir todas las chunches necesarias. Mañana fotos y primer informe del frente de batalla.

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