Un pueblo llamado malpaso (II)

 A Félix todo el mundo le llama el Ingeniero Félix, pero la verdad es que no llego a graduarse. Su padre trabajó toda su vida para la CFE (comisión federal de electricidad) y construyó las torres que transportan la electricidad generada por la presa de Malpaso. Actualmente Félix padre padece de Alzheimer y es cuidado por su propia familia, entre ellos Félix hijo, en su casa. Con los ahorros del padre pudieron comprar un rancho de 120 hectáreas que cuida Félix hijo.

Aquí podéis ver el rancho, es toda la ladera al otro lado del río  Para llegar hay que ir en canoa, es casi como parque jurásico, pero con vacas. Me encantó una plataforma de metal que tiene para trasladar el ganado a través del río.

Félix estudió ingeniería agrónoma pero su carácter rebelde le hizo no acabar, y se ha convertido en autodidacta bastante exitoso, y tiene una idea somera de muchísimos temas científicos relacionados con la naturaleza. Si algo define a Félix solo verlo, aparte de su tamaño que le ha hecho ganarse en apodo entre sus familiares de “el gordo”, es su energía. 

Tiene en mente una lista interminable de proyectos que quiere llevar acabo y aunque duerme unas 5 horas al día le faltan manos para poder hacerlo todo. Principalmente se dedica a lo que él llama “el pedo orgánico” (la traducción más acertada seria “el tema orgánico”). Cría ganado en su rancho con prácticas orgánicas y sabe bastante sobre el tema de sistemas agropecuarios orgánicos, certificaciones europeas orgánicas, y una serie de cosas bastante complicadas de aprender, porque le llaman de la universidad para que de charlas. Por resumir se gana las habichuelas vendiendo carne, leche y queso orgánico. Pero al hombretón no le basta con eso. Le gusta la ebanistería y ha hecho todos los muebles de su casa. Y para rematar su hermana has salido elegida como edil de educación del municipio, y él ha visto en esa conexión con las autoridades del municipio una fuente de financiación para varios proyectos que tenía en su lista. Pero eso es tema de otro post, pues ahí entramos nosotros.

Su familia es muy agradable, su esposa es adventista y él es católico, por lo que las conversaciones sobre religión son muy animadas. Sus sobrinos tienen el carácter enérgico de los niños de campo, y juegan con machetes.

Y su madre solo verla te desvela de donde saco Félix su buen humor.

Pues hasta aquí este episodio, quede como gratitud este texto hacia Félix y su familia por habernos acogido en su casa como familiares.