Este fin de semana hemos visitado Malpaso con motivo de una invitación
que nos hicieron para colaborar en algunos proyectos que ya describiré. Debido
a esta visita empezamos unos artículos hablado del viaje. Y nada mejor para
empezar que un poco de historia.
Raudales Malpaso es un pueblo joven. En 1968 se decidió construir la presa hidroeléctrica
de malpaso, la segunda mayor de México.
Los habitantes de la zona desplazados
por la presa y los trabajadores que llegaron de todas partes de México para construir
la presa y la red eléctrica, necesitaban un lugar donde vivir. Y de ahí nació
Malpaso, de una mezcla inédita de gente de todas partes sin un lugar al que llamar
hogar.
Como todo pueblo creado a la sombra de una gran empresa, el destino de
ambos ha ido muy ligado, y la empresa eléctrica nacional CFE ha sido la mayor
creadora de empleos y calamidades de la zona. Mucho jubilados mueren jóvenes o
padecen Alzheimer, como es el caso del padre de nuestro anfitrión. Por supuesto
la empresa no se hace responsable y zanjar el tema jubilando muy jóvenes a sus
trabajadores y pagándoles una buena pensión.
Malpaso siguió creciendo cuando la autovía se construyó
cerca, y muy recientemente, el año pasado, se declaró municipio libre, es decir
fue reconocido como municipio independiente ganando autonomía en la gestión de
sus asuntos. Esta euforia de la autonomía se nota en el pueblo, tienen muchas
ganas de hacer cosas nuevas, de mejorar, de demostrar que lo pueden hacer bien.
Esperemos que no les pique la podredumbre de la política en este país.
Actualmente saber cómo de grande es la ciudad es bastante difícil,
si miran desde arriba al pueblo, parecen 4 casas dispersas, pero la verdad es
que el pueblo se extiende bastante camuflado entre la imparable vegetación de
Chiapas.
En el próximo capítulo os presentare a Félix y os contare
que nos llevó hasta allí.
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