lunes, 6 de mayo de 2013

La ciudad debajo del asfalto


La siguiente historia no tiene que ver necesariamente con México, creo que podría haberlo visto en cualquier sitio.
San Cristóbal es una ciudad muy europea, y como tal, las calles están hechas por y para los coches. Me podéis decir que la tendencia es a peatonalizar los centros de las ciudades. Pero esta historia me ha hecho preguntarme si no estaremos cambiando calles para los coches por calles para los comercios. Pues desde luego la calle en la que se convirtió mi calle tiene poco que ver con la calle peatonal del centro de Sancris.
Resulta que en mi calle se rompió una tubería hace como 2 meses. Después de 1 mes con la zanja de tierra en la calle, el otro día vinieron a echar otra vez el cemento, por lo que tuvieron que cortar la calle 1 día para que secase el cemento. Tengo que por nuestra calle pasan muchos coches y muy rápido, las aceras son de unos 80 cm cada una, lo que tampoco invita mucho a estar en ella. El caso es que ese día salgo a la calle a las 16 para ir al trabajo y la calle había so invadida por niños. Uno jugaba a la pelota, 3 más aprendían a ir en bicicleta, etc. En poco menos de 6 horas de parón, los niños, pioneros en recordarnos lo que somos, habían colonizado la calle para disfrutarla, para recordarnos quien vive en las ciudades. Fue una sorpresa agradable, pues yo solo había agradecido el corte de tráfico por el ruido, por la tranquilidad dentro de casa. Sin embargo los niños habían sido más ambiciosos, no se habían conformado con estar mejor en sus celdas privadas, sino que habían corrido a reconquistar la calle.
Y así, gracias a la rotura de una tubería, en mi calle los niños consiguieron abrir una brecha en la ciudad, para mostrarme la ciudad que está bajo luchando por salir.

7 comentarios:

  1. Rompe tú la tubería otra vez. Mejor mil veces el ruido de los niños que de los coches.

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  2. Estoy con Alejandro, deberías romper la tubería un par de veces al mes, por dos razones, para que en vuestra casa tengáis mejor calidad de vida, y sobre todo por el bien de esos niños

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  3. No os falta buena intención. Pero asumís que el que yo rompa la tubería implica que vengan a arreglarla. Lo cual es mucho suponer en México. La otra vez la tubería estuvo rota 4 días, y luego tardaron 3 semanas en venir a tapar la zanja con concreto. Esos plazos tan ajustados de tiempo fueron posible gracias a una llamada diaria que hacia yo a la empresa del agua, y a una llamada final que hice al concejal del ayuntamiento.
    Así que antes de ese día de paz, hubieron 4 semanas en las que cuando llovía los coches no veían la zanja, pasaban toda ostia y lanzaban una hola de agua al pisar la zanja que impactaba directamente contra nuestra puerta. La cual escurría el agua dentro de casa debido a un detalle constructivo mal ejecutado del albañil de turno.

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  4. Ya se lo que me quieres decir. No hay nada como explicar bien las cosas para que la gente lo entienda. Eso sí, os veo muy metidos en la vida de Sancris, como para darme cuenta que no tenéis pensado volver por la madre patria en algún tiempo. Ahora que gracias al equipo de gobierno del PP este, nuestro país empieza a ver la luz a final del tunel (creo que ya has notado que estoy en modo Ironía ON)

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  5. Yo hace unos días que me entere que formo parte de la sana movilidad exterior de mi país. La verdad es que se nota la mejoría, al menos en la semántica. Zapatero no tuvo ni el detalle de inventarse una buena palabra para no decir crisis.

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  6. Y porque no conocerás la historia de los despidos en diferido que contó la Copedal. El país se va a la mierda, pero reirnos nos reimos un rato. Aunque pensandolo mejor es Rato quien se rie de nosotros. Bueno que me voy a dormir y mañana hay que cumplir en IJR

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  7. Bajo los adoquines está la playa.

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