Cuando algo nos parece muy bueno, decimos:
¡está a toda madre! o ¡no tiene madre!
Si alguien abusa de nuestra confianza o de la de alguien más
decimos:
¡Qué poca madre!
Aunque como una contradicción curiosa, decir:
¡Te quedó de poca madre!
Se aplica al elogiar una acción o labor determinada.
Cuando tenemos mucho trabajo:
¡Tengo un madral de trabajo! o ¡tengo tantas madres que
hacer!
Cuando se le propina una golpiza a alguien, se dice:
¡Le dieron una madriza!
O en una reunión de caracter formal se puede decir:
¡Le pusieron una madrina!
Y así se va deformando la palabra hasta llegar a:
¡Le partieron su mandarina en gajos!
Al quejarmos del trabajo arduo, se expresa:
¡Qué madriza me llevé! o ¡Ando bien madreado!
Cuando te sirven muy poca comida o tu sueldo es muy bajo:
¡Esto es una madre!
Para referirnos a un objeto con desprecio o simplemente no
recordamos su nombre:
¡Esta madre! o ¡Esa madre!
Cuando algo huele mal:
¡Huele o apesta a madres!
También se le puede agregar prefijos como en:
¡Que desmadre!
Para referirnos a:
¡Qué desorden!
Si al alguien nos recuerda un compromiso muy importante que
descuidamos, se dice:
¡En la madre!
Al observar un choque o un accidente, por reflejos decimos:
¡Madres!!!
Lo de huele a madres en España se utiliza en paritorios.
ResponderEliminarPor cierto:
ResponderEliminarEstoy hasta la madre: estoy cansado, mosqueado por algo.
Lo dice Molotov en una canción.
Si, la de frases que entiendo ahora de canciones de Molotov, y de cantautores latinoamericanos, y de ismael serrano.
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