domingo, 4 de agosto de 2013

El regalo de mi 27 cumpleaños

El pasado sábado 27 de julio, Sergio me dio mi regalo de cumpleaños una vez llegué a Cancún.  
Me sorprendió llevándome a nadar, nada más y nada menos, que con el tiburón ballena!!



Come plancton, y es el tiburón más grande del océano y el pez más grande del mundo, midiendo unos 10 metros de longitud.

Otro animal que también vimos durante la visita fue la mantarraya gigante, de unos 5 metros de "ala a ala", que también come plancton. Este individuo saltaba literalmente en la superficie del agua como si se un delfín se tratase. Muy impresionante verlo y también nadar junto a él, de hecho he de reconocer que me asusté y grité debajo del agua cuando vi que uno de ellos se acercaba en mi dirección.




Todas las fotos que os he puesto hasta ahora son buscadas por internet, estoy esperando a ver si un amigo nos pasa alguna que nos hizo bajo el agua...

El tiburón, junto con la manta, emergían del fondo del océano y se quedaban unos minutos nadando en la superficie hasta que se volvían a sumergir. El modus operandin era ir en el barco hasta alta mar buscando los tiburones y cuando veíamos uno, nos acercaban con el barco y nos lanzábamos por la borda por grupos.  
En una de las emersiones del tiburón ballena yo estaba dispuesta a saltar por la borda con las piernas y mis aletas colgando y de repente vimos como el tiburón subía a la superficie justo por debajo de nuestro barco, y puedo decir y digo que el tiburón y yo nos chocamos la aleta!!! En serio fue el ‘give me five’ más impresionante de la historia.

Aquí os dejo alguna que otra foto del evento ya nuestras.




Y ya para rematar la jugada fuimos por la noche a ver como anidaban las enormes tortugas marinas. Los ojos me hacían chiribitas de emoción al verlas tan grandes y hermosas, vimos 3 en total y en toda la noche. Nos quedamos a dormir allí en la playa, en uno de los huecos que había dejado una de las tortugas en la arena.  




La tortuga de las fotos la estuvimos acompañando Sergio y yo desde que parió hasta que se adentró de nuevo al mar. Me llenó de orgullo poder ayudar a esta tortuga en concreto y al voluntario que había allí recolectando los huevos recién puestos para depositarlos después en un lugar que asegurase la supervivencia de la especie. Sostuve su prole en mis manos, y parió un total de 152 huevitos.


Fue un día muy completo y lleno de sensaciones indescriptibles, de los más emocionantes de toda mi vida J. Gracias Sergito.


A snorquelear compadres!



5 comentarios:

  1. Dice el papa que no se lo cree,,que esas tortugas son de mentira como en las pelis jejejeje
    Salis muy bien los dos!! ;)
    Besos!!!

    Miriam

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    1. Las tortugas eran de cartón, y el tiburón era de esos inflables del carrefour.

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  2. fantastico,sencillamente maravilloso.una experiencia inolvidable.digno de recordar y contar en un futuro a vuestros hijos y a ......los nietos.os quierooo.......mama .

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  3. ke maravillaaaa!!!!!!!! (y envidilla) jiji

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  4. Brutal! Experiencia de esas que siempre recuerdas con la vista perdida y una cara de "joder como moló". Especialmente la de las tortugas, joder. Me alegro mucho.

    Sergio bien jugado. Buen regalo.

    Al final voy a tener que ir y todo!!

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