domingo, 10 de marzo de 2013

Regreso al pasado en Chicken bus

La semana pasada viajamos a Guatemala para poder renovar nuestros visados de turista, y ya aprovechamos para pasar unos días en Quetzaltenango. Merece un post el sistema de transporte más barato y popular del país, los Chicken bus.
Los Chicken bus no son más que los autobuses escolares de EEUU que habéis podido ver en algunas películas. Para los fans de los Simpson es el autobús que conduce Otto. La empresa que los fabricaba se llamaba Blue Bird y en su época de mayor esplendor abrió una fábrica en Guatemala para fabricarlos. Creo que los enviaban a EEUU, pero no sé cómo se creó un mercado de compra de los autobuses de segunda mano cuando estos ya no cumplían con los estándares estadounidenses y pasaban a servir como transportes en Guatemala. La característica que más destaca es que son gigantes, parecen camionazos de carga.

Además, quedan pocos amarillos, 


pues los conductores de cada uno han hecho una labor impecable de tunning con sus autobuses, dando lugar a maravillas del maqueo, como estas. Repletas de detalles y frases religiosas.

También le han colocado una cadenita dentro que activa el pito que suena como las trompetas del apocalipsis y usan para ocasiones varias como saludar a un compañero que viene de frente, avisar a los lugareños de un pueblo pequeño de que el bus ya ha llegado, advertir a los demás carros que no se la jueguen con ellos, etc.
Por dentro hay pequeñas diferencias en los asientos. Por ejemplo a la ida nosotros fuimos en uno que tenía una barra metálica encima del respaldo, quedaba aproximadamente a la altura de tu cara cuando ibas sentado y las carreteras de Guatemala hacían que en cualquier momento te la pudieras tragar.

 Lo que sí es común es que tienen dos filas de asientos y un pasillo central. La otra gran adaptación Guatemalteca al modelo original es que han decidido que los asientos eran demasiado grandes para 2 personas y que pueden caber 3. La tercera persona apoya medio culo solo en el asiento, lo que ha dado lugar a la expresión “la ley de Horacio, con una nalga al aire y la otra en el espacio”. En estas circunstancias es preferible que otro compadre se siente en tu misma fila en el otro tercer asiento, y mediante una ley física de acción reacción, apoyéis los hombros el uno en el otro y creéis un puente para no ir tan mal.
Para acabar de rizar el rizo, a cada paradita que hace el bus para recoger o dejar a alguien, que puede ser en el sitio menos pensado, se sube algún vendedor ofreciendo de todo. Desde bebidas y comida, hasta una billetera o un remedio para todas las enfermedades de los ojos. Esta gente se pasea por el pasillo ya inexistente provocando unos roces corporales que dan una idea de porque aquí se baila tan agarrado.
Todo esto es aderezado por el compañero del conductor, un tipo cuyo oficio es cobrar a la gente y ordenarles su equipaje e invitarles a que no se apelotonen adelante. No sé si el modelo original llevaba baca encima, pero dado que aquí mucha gente viaje con mercancías, estas se almacenan arriba del autobús, en una vaca enorme. Este es el trabajo del compañero del conductor, que con habilidad de mono lo ves subir y bajar al techo del autobús con este yendo a todo trapo por las montañas de Guatemala.
La sensación global que se tiene al montar en un Chicken bus, aparte de pensar que podrías estar sentado en el mismo sitio en el que se sentó Rosa Park, es la de ver resumido muy fielmente el funcionamiento de muchas cosas en américa latina. Es un caos controlado de actividad frenética, en el que las cosas podrías funcionar mucho mejor con un poco más de planeación y recursos, pero que a falta de ello se ha suplico con ingenio y trabajo duro.

PD: A Guatemala no vengas jodiendo con que has perdido la llave del baño. A los listos como tu nos los comemos en pupusas.

2 comentarios:

  1. ¿Si te toca en el centro tienes que ir con medio culo apoyado y el brazo sobre el hombro del de al lado para hacer equilibrio? Yo casi que preferiría ir de pie o sentado en el suelo :O

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No te puedo decir como se está, porque me toco asiento siempre. No parecía muy cómodo, pero aquí la gente tiene normalizadas posturas incomodisimas.

      Eliminar