Tapicha era un buen gato. Yo apenas empecé a intuirlo cuando
Saray ya lo sabía de sobra. Entre sus grandes logros, Saray se puede apuntar el
de enseñarme a apreciar a animales y plantas.
Saray le vio el carácter desde pequeño, aunque uno nunca
sabe si estas cosas se idealizan a posteriori, que más da. Fue el explorador que
salió de la cesta antes que sus 3 hermanos, el que se aventuró más allá de los
confines conocidos, el que crecía más rápido, y el único que sobrevivió a la
enfermedad y a los accidentes misteriosos de los primeros meses.
Fue creciendo y nunca vi a un gato tan cariñoso y confiado. Quizás
porque se crio viendo a gente nueva en casa cada 2 días, quizás porque Saray lo
trataba como si fuera un perro, pero jamás se revolvió y arañó, incluso en
situaciones con niños poco sutiles o adultos demasiado emputadores.
Quizás pienses que no tiene mucho mérito que yo diga que fue
un buen gato. Pero algo tenía cuando todos los Couchsurfers le agarraban cariño
en 2 días que pasaban en casa. Queda prueba escrita y grafica en nuestro
Timeline de firmas, donde se le nombra en más de 30 ocasiones. Hubo gente que
le hizo fotos, videos, retratos y hasta quiso llevárselo de viaje. Algo tendría
el pinche gato.
Yo siempre moleste mucho a Saray con que lo mimaba
demasiado, que debía tratarlo como gato no como bebé. Pero le debo un
retractamiento. Saray jamás antepuso su felicidad a la de Tapicha en ninguna decisión
de las que tomo. No lo convirtió en su mascota. No lo castró, no lo encerró en
casa, no lo alimentó con comida especial, y desde que consiguió salir de su
cesta a las 3 semanas de vida, nunca le impidió que conociera el mundo y se
enfrentara a él.
Vacilaba con la idea de si extenderme contando anécdotas puntuales
de los 2 años que estuvo en casa. No lo haré. Las anécdotas son para quien las vivió,
contadas a terceros pierden todo su sentido como una foto de un paisaje.
Tapicha vivió, y quizás aún viva, una vida completa de gato,
de gato Mexicano por matizar. La estadística no estaba a su favor, San Cristóbal
no es un buen entorno para gatos callejeros. Él fue creciendo, y bueno, ya
sabemos que pasa cuando creces con las hormonas. La primera época de celo la
salvo solo con algunas cicatrices menores. Creemos que incluso consiguió sacar
premio y tuvo 2 hijos.
La segunda época de celo fue más cabrona. En diversas
ocasiones volvió mojado, cojeando, arañado, magullado, con el pómulo hinchado y
la oreja partida. En todas las ocasiones volvía a salir a la batalla después de
2 días durmiendo y reponiéndose. La última vez que lo vi fue 3 días después de
que Saray se fuera a España. Los días pasaron y ya no regresó. Desde entonces
solo puedo tener hipótesis.
La verdad lo echo de menos, hacia la casa mejor.
Así que allá donde estés, haz el favor de portarte bien
pinche gato weon.
Royal (nombre real elfico de Tapicha): Es difícil agregar algo a tan coherente y hermosa labia de nuestro amigo, pero como tuvimos la suerte de conocerte y dado que nso revelaste tu verdaderoe nombre, te queremos desear un buen viaje, cualquiera se el que estés emprendiendo. La vida gatuna de macho es rapida e intensa. Sin embargo tu tuviste la gran suerte de tener un buen lugar donde llegar donde te amaron y donde conociste un universo de gente del que pocos gatos se pueden jactar (excepto el misifuz de la pescaderia).
ResponderEliminarRoyal, buen viaje y miau pruuu truuuu (que garfield te cuide en valhalla)
Caro y Vic
Tapicha! mucho compartimos en tus últimos días en casa. Recuerdo tus platicas sobre la calle, la vida, las gatas y las latas de atun. Quiero pensar que simplemente tomaste tu propio camino, siguiendo el ejemplo de los infinitos viajeros que conociste. Y que el camino nos volvera a encontrar! Te recuerdo Tapi!!
ResponderEliminarAlejandro.
Es extraño sentir que quien me apaciguó por unos momentos mis ansias por un gemelo que dejaba en casa me haya visto y compartido para más no volver. Es una responsabilidad enorme el estar al final de la cola de CSers con semejante trayecto al frente. Pero de cierta forma me honra, inclusive, el poder saber con plena confianza que lo que pude reconocer en una escasa noche en Tapicha definitivamente es algo que no se olvida fácilmente. Que volvás un día a casa, Tapicha!!!!!
ResponderEliminarSiento como si hubiera conocido a Tapicha toda mi vida, y a Saray también extrañamente leyendo este blog. Desde que leí el perfil en Couch de Tapicha le dije a mi esposa que yo quería que me hospedara el gato, y no buscamos más. Pasó que al final sí se pudo, y lo conocimos, apenas lo vimos, y parece que luego fue que se fue a aventurarse (al) más allá. Como buen gato tendrá sus otras 8 vidas en algún lado, en otros cuerpos y corazones. Abrazaré a mis gatxs esta noche contándoles sobre Tapicha, un abrazo fuerte para vos que lo extrañás. Les esperamos con cariño gatuno en Costa Rica.
ResponderEliminarSe puede echar de menos algo que no has conocido? Tapicha and beyond!
ResponderEliminarTapicha! Sea donde sea que estés, me da gusto haberte conocido, tenerte entre mis brazos y en mi regazo y para siempre en fotografías y recuerdos. Me da lástima saber que no has regresado (espero que sigas con vida), pues significas mucho para muchos viajeros y sobretodo para tus acogedores; Sergio y Saray... tal vez sólo te fuiste a seguir a Saray.
ResponderEliminarHas sido la antítesis de lo que se dice ser un gato, puesto recibías a todos con el mismo cariño demostrando ser un ser suigéneris, puesto ni los hombres (llamados humanos) ni perros e incluso gatos, tienen la posibilidad de ser así.
Sergio, Saray, les deseo siempre lo mejor, recordando mis días en San Cris tan hermoso... mucho amor, abrazos, y pues esperemos que un día inesperado Tapicha llegue a casa de nuevo... brillo siempre!
Tapicha el gato que siguió lo que le decía la piNTUICIÓN.
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