Hace ya un mes,
en el estado de Guerrero, un cartel del narcotráfico, la policía municipal, el ejército
y políticos del estado, hicieron desaparecer a 43 estudiantes. Qué
responsabilidad tiene cada uno de estos colectivos, no se sabe, ni se sabrá.
Pero a México, a los mexicano, ya ni les importa. Ayotzinapa es una episodio más,
otro sobre otro, sobre otro. Suma y sigue. Y sin vislumbrar el final. Ahora
parece que el vaso se ha desbordado y en México llueve rabia.
No sé si en el
mundillo legal existe algo parecido. Algún procedimiento jurídico mediante el
cual una abrumadora cantidad de pruebas no concluyentes puedan convertirse por
arte de alquimia en una única prueba solida e irrefutable.
Porque eso es lo
que creo que ha pasado en México, pero a nivel social. Nadie aquí duda ya, el
sentimiento es general. FUE EL ESTADO. Sin más dudas, sin más matices, es y
siempre fue el estado. En las mil ocasiones pasadas en las que siempre quedaba
la sospecha de que el estado mexicano robó, estafó, fue corrupto o asesinó… se quedaba en eso, en sospecha. Ayotzinapa es
la mil y una sospecha, que ha hecho que todas ellas en bloque se conviertan en
algo irrefutable. FUE EL ESTADO.
Y ya da igual que
salga el homólogo del ministro de interior con 2 pringados confesando que ellos
mataron y calcinaron a los 43 jóvenes, y da igual que hayan capturado al capo
de ese cartel, y da igual que hayan capturado al alcalde municipal que estaba compinchado,
y da igual todo. Porque la marea de rabia que recorre México, no es solo por
estos 43, es por los miles y miles que forman ya una montaña de invisibles. Una
montaña de cadáveres que ni el gobierno ni sus contactos con medios de comunicación
pueden ya tapar.
La consigna los
dice todo “Vivos se los llevaron, vivos los queremos de vuelta”. Es una exhortación
al gobierno, pues la policía fue quien se llevó a los 43 arrestados. Pero la exhortación
no es una exigencia. Todos aquí saben que esos estudiantes están muertos. Lo
que le piden al gobierno es un imposible. Y se sabe. No se pretende que el
gobierno lo cumpla y todo vuelva a lo de
siempre. Esa exhortación quiere decir que ya no mas, que igual que es imposible
que nos devolváis a los 43, es imposible que esto siga asi.
No se si dado el
panorama, esto se va a poder calmar con unas cuantas destituciones y cabezas de
turco. Mexico ya no aguanta mucho mas dolor, no aguanta muchas mas escusas.
Quiere acabar con su dictadura perfecta. Y me temo que lo quiere ya.
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